El final de la temporada es la oportunidad ideal para poner al día tus pisos turísticos o de alquiler temporal. Una revisión minuciosa te permite detectar incidencias, programar mejoras y preparar cada inmueble para la próxima campaña. Al fin y al cabo, los huéspedes valoran tanto la comodidad como el estado de la vivienda, y un buen mantenimiento marca la diferencia en las reseñas y en la rentabilidad.
A continuación, repasamos los puntos esenciales que conviene revisar.
1. Estado general de la vivienda
Después de meses de ocupación continua, es normal que aparezcan signos de desgaste: pintura dañada, suelos rayados o muebles deteriorados. Revisar estos aspectos permite corregir desperfectos a tiempo y dar una imagen renovada al inicio de la siguiente temporada. Incluso pequeños detalles, como cambiar cortinas o retocar paredes, ayudan a mejorar la percepción del huésped.
2. Electrodomésticos e instalaciones
En alquileres de corta y media estancia, el uso intensivo de electrodomésticos suele ser mayor. Es importante comprobar que nevera, lavadora, vitrocerámica y aire acondicionado funcionan correctamente. También conviene revisar la fontanería y la instalación eléctrica para prevenir averías que puedan surgir durante la estancia de futuros inquilinos. Una inversión en mantenimiento preventivo siempre resulta más rentable que una reparación urgente.
3. Seguridad
Los viajeros esperan alojamientos seguros. Por eso, al acabar la temporada es buen momento para revisar cerraduras, ventanas, alarmas, detectores de humo y extintores. Garantizar que todos estos elementos funcionan correctamente no solo protege a los huéspedes, también aporta tranquilidad al propietario y minimiza riesgos legales.
4. Limpieza profunda
Más allá de la limpieza entre estancia y estancia, es recomendable realizar una higienización en profundidad. Esto incluye colchones, sofás, alfombras, cortinas y todos esos rincones menos accesibles que acumulan polvo y humedad con el tiempo. Una limpieza a fondo no solo mejora la imagen, también alarga la vida útil de los materiales.
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5. Inventario y reposición
Al final de la temporada, es habitual que falten utensilios de cocina, ropa de cama o pequeños accesorios. Hacer un inventario completo permite reponer a tiempo y evitar sorpresas de última hora. De esta forma, cuando lleguen los primeros huéspedes de la nueva temporada, encontrarán todo lo necesario en perfectas condiciones.
6. Documentación y licencias
Además del estado físico de la vivienda, hay que revisar la parte administrativa: licencias de uso turístico, seguros en vigor, certificados energéticos o inspecciones obligatorias. Tener toda la documentación actualizada evita sanciones y garantiza que la vivienda cumple con la normativa aplicable en cada ciudad o comunidad autónoma.
Conclusión
Cerrar la temporada revisando a fondo cada piso turístico o temporal es una práctica que aporta tranquilidad, mejora la experiencia de los huéspedes y asegura la rentabilidad a largo plazo.
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